Efímero encuentro

Estoy solo y en mi cama, cansado;
mirando el techo para poder dormir.
De pronto, una mirada se dibuja;
el grisáceo techo se ilumina,
mostrándome tus ojos fijos, dudosos.
Luego aparecen tus labios,
converso con ellos,
los beso.
El resto de tu rostro va apareciendo
,como una sinfonía,
con un orden exquisito.
A tu rostro le siguen tu cuello, brazos y manos.
Me acaricias la cara;
tocas mis labios, siento los tuyos.
Surge el pecho,
perfecto y armonioso;
tu abdomen; tus caderas.
Tu sexo expuesto me deleita y excita.
Las piernas salen,
culminando tu ser;
abrazándome y enredándome,
dándonos paso a esa entrega animal,
llena de lujuria y pasión.
Nuestros genitales se abrazaron,
bailaban juntos,
recordando aquella milenaria unión.
Un mar de impulsos surge de mí,
ahogándote sin piedad.
Pero tú lo disfrutas,
te excitan mis fluidos,
los unes a los tuyos;
formando una dulce mezcla,
que sella nuestra unión.
Al terminar te vas,
dejándome de nuevo solo,
en mi cama y cansado;
esperando que me visites una vez más.
P.J.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home