Senza cuore
"Frío como una máquina" es como se describía un hermano mío (de esos que nos da la vida mas no los padres), o al menos así quería ser, y luchaba por ello.
Nunca lo entendí, siempre le dije que no, creí que estaba mal. Tenía algo de razón.
Él decía que para poder vencer (porque obviamente, la vida es una competencia, una guerra) debíamos ser como máquinas... no por lo precisos, ni por lo modernos, ni si quiera por lo económicas que pueden resultar a la larga, sino, simplemente, porque ellas carecen de sentimientos.
Me dijo que hay que ser fríos, no dar a mostrar nada de lo que sintamos (es más, se sentía mal cuando dejaba escapar algún sentimentalismo propio de la adolescencia).
Yo, que siempre he sido lo casi radicalmente opuesto a ello, no lograba comprenderlo mucho, y pensaba que era otra de aquellas disparatadas ideas que solía tener, normalmente relacionadas con política o con estrategias para conquistar mujeres sin enamorarse, el ser frío, un ejemplo de lo último.
Claro que su "filosofía" iba mucho más allá de la conquista de féminas esporádicas, era más que nada una actitud frente a la vida, y frente a las diversas situaciones que ésta nos presenta...
Y no fue sino hasta hace unos días que dejé de considerar esa frase como una locura, y empecé a verla como una posible (y pasajera) filosofía propia...
Si bien llegué a considerar esa actitud como una coraza impuesta, que en algún momento puede colapsar y caerse, dejando descubierta una realidad asustada que aún no está lista para salir, es bueno de cuando en cuando probar nuevas cosas... hasta ver si alguna funciona, pues esa es la única forma de lograr algo, y es que como bien dijo W. Churchill... “El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder entusiasmo".
P.J.
Nunca lo entendí, siempre le dije que no, creí que estaba mal. Tenía algo de razón.
Él decía que para poder vencer (porque obviamente, la vida es una competencia, una guerra) debíamos ser como máquinas... no por lo precisos, ni por lo modernos, ni si quiera por lo económicas que pueden resultar a la larga, sino, simplemente, porque ellas carecen de sentimientos.
Me dijo que hay que ser fríos, no dar a mostrar nada de lo que sintamos (es más, se sentía mal cuando dejaba escapar algún sentimentalismo propio de la adolescencia).
Yo, que siempre he sido lo casi radicalmente opuesto a ello, no lograba comprenderlo mucho, y pensaba que era otra de aquellas disparatadas ideas que solía tener, normalmente relacionadas con política o con estrategias para conquistar mujeres sin enamorarse, el ser frío, un ejemplo de lo último.
Claro que su "filosofía" iba mucho más allá de la conquista de féminas esporádicas, era más que nada una actitud frente a la vida, y frente a las diversas situaciones que ésta nos presenta...
Y no fue sino hasta hace unos días que dejé de considerar esa frase como una locura, y empecé a verla como una posible (y pasajera) filosofía propia...
Si bien llegué a considerar esa actitud como una coraza impuesta, que en algún momento puede colapsar y caerse, dejando descubierta una realidad asustada que aún no está lista para salir, es bueno de cuando en cuando probar nuevas cosas... hasta ver si alguna funciona, pues esa es la única forma de lograr algo, y es que como bien dijo W. Churchill... “El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder entusiasmo".
P.J.
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